La calma de la naturaleza

En el tranquilo estanque, la luna refleja su rostro, espejos de agua clara que guardan secretos antiguos. Las ranas croan despacio, un canto de mil años, danzan las luciérnagas, estrellas pequeñas en el aire. Bajo el sauce llorón, el viento susurra historias, entrelazando momentos de vidas ya pasadas. Los juncos se mecen, reverencia a la luna, y entre cañas doradas, el mundo parece dormir. El murmullo del río cuenta lo eterno del tiempo, y la brisa suave trae aroma a flores nocturnas. La calma se adueña, en la noche estrellada, corazones se aquietan, bajo el manto del cielo.